Se ha comparado el efecto de un abonado orgánico frente a otro químico y un testigo sin abonar sobre el mantenimiento de la materia orgánica, del fósforo y del potasio en el suelo a largo plazo, la evolución y pérdida de nitratos durante distintos periodos, el contenido total de nitrógeno en el cereal y la producción de grano en trigo duro (Triticum durum Desf.) y cebada (Hordeum vulgare L.) en una rotación con veza (Vicia sativa L.) y barbecho en secano semiárido. Los altos niveles de materia orgánica y fósforo iniciales se han mantenido después de 6 años de ensayos, incluso en las parcelas sin fertilizar, mientras que el potasio descendió ligeramente. Esto indica que la rotación llevada a cabo, junto con el enterrado de los restos de cosecha, ha sido suficiente para mantener los contenidos iniciales de nutrientes. Durante el periodo de cultivo la fertilización química incrementó significativamente el contenido de nitratos en los 30 primeros cm de suelo, respecto al fertilizante orgánico o la no fertilización. Sin embargo, las pérdidas de nitrógeno durante el periodo ensayado fueron similares en los tres niveles de fertilización, así como las extracciones de nitrógeno por parte de la biomasa total producida. Por último, la cosecha tampoco se incrementó al aplicar fertilizante químico u orgánico, ya que en las parcelas sin abonar se obtuvo una cosecha similar.